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Día Mundial del Suelo

Día Mundial del Suelo

Día Mundial del Suelo

El 5 diciembre es el Día Mundial del Suelo y tiene por objetivo dar a conocer la gran importancia del suelo en nuestras vidas.

El suelo desempeña un papel fundamental en el buen funcionamiento de los ecosistemas, contribuyendo a la regulación del flujo del agua y el clima, la biodiversidad, la captación de carbono y la preservación de tradiciones culturales.

Este está compuesto por minerales, materia orgánica, diminutos organismos vegetales y animales, además de contener aire y agua. En realidad es una capa delgada que se ha formado muy lentamente a través de los siglos, con la desintegración de las rocas superficiales por la acción del agua, los cambios de temperatura y el viento. Un centímetro de suelo puede tardar hasta 1.000 años en formarse y en este proceso han intervenido tanto las plantas como los animales que crecen y mueren dentro y sobre el suelo, siendo descompuestos por los microorganismos, transformados en materia orgánica y mezclados con el suelo.

Es un recurso clave y un elemento esencial del entorno natural en el que vivimos y en el que produce tanto la mayor parte de los alimentos mundiales como el proporcionar el espacio habitable para los seres humanos y animales. Él no solo constituye la base para los alimentos, combustibles, fibras y productos médicos, sino también es esencial para nuestros ecosistemas, desempeñando un papel fundamental en el ciclo del carbono, almacenando y filtrando el agua, y mejorando la resiliencia ante inundaciones y sequías.

Datos destacables sobre la importancia del suelo

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO):

  • El suelo retiene el triple de carbono que la atmósfera y puede ayudarnos a luchar contra el cambio climático.
  • Unos 815 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y aproximadamente 2000 millones no disponen de alimentos suficientemente nutritivos. Esta situación se podría mitigar mediante la gestión adecuada de los suelos.
  • El 95% de los alimentos provienen del suelo.
  • El 33% de los suelos del planeta están degradados.

La salinidad de los suelos afectan directamente al rendimiento de los cultivos, por lo que urge revertir este proceso.

Detener la salinización del suelo, impulsar la productividad del suelo”, nos habla precisamente de ello. Restaurar los ecosistemas degradados y mantener la biodiversidad del suelo, son dos de las claves más importantes y necesarias para conseguir frenar este proceso y caminar hacia una agricultura sostenible.

Salinización del Suelo

La salinidad de un suelo se define como la concentración de sales solubles que existe en la solución del suelo. Las sales que entran en el suelo (por riego y/o otro origen) se concentran como resultado de la evaporación y traspiración de la planta. Esta concentración de sales en la solución del suelo produce un aumento del potencial osmótico del agua del suelo. Este incremento afecta a la absorción del agua por las plantas de forma que las plantas y los cultivos deben consumir una energía extra para poder extraer el agua de la solución del suelo en el que se concentran las sales.
Se define como salinización del suelo al conjunto de procesos mediante los cuales se acumulan las sales solubles en la solución del suelo. Estos procesos pueden darse de forma natural en zonas deprimidas topográficamente, suelos pobremente drenados, y/o clima árido,semiárido o seco-subhúmedo donde la evaporación supera a la precipitación.

La salinización del suelo reduce el rendimiento de los cultivos y puede afectar a la provisión de muchos
servicios ecosistémicos. La causa del problema son las sales presentes de forma natural en el suelo o traídas por la intrusión de agua del mar en zonas costeras. La salinización del suelo pasa frecuentemente inadvertida y empeora con prácticas agrícolas no sostenibles. De hecho, la superficie afectada por salinización está incrementando debido a los cambios en el clima y el uso del suelo. Es fundamental mapear y monitorear los suelos que corren el riesgo de sufrir problemas de salinización, para prevenirlos con medidas de gestión adecuadas. No obstante, a pesar de que hay datos disponibles, son difíciles de integrar por diferencias en las mediciones y metodologías de monitoreo. A mayores, las dinámicas de las sales en el suelo y sus efectos son complejos y dependen de las condiciones locales y del tipo de cultivo.

El problema de la salinización afecta a todas las regiones del mundo, amenazando la calidad de sus suelos, lo que limita la producción de alimentos a escala mundial. En un mundo donde la demanda de alimentos crece, no podemos mirar hacia otro lado. Es muy relevante visualizar y sensibilizar a toda la población de ello.

Es fundamental unir trabajos en pro de un suelo sano y fértil y que sus recursos sean cada día más sostenibles.

Es necesario promover el conocimiento científico; sensibilizar sobre las amenazas que plantea la pérdida de la bio diversidad del suelo; y estimular las actividades educativas, la participación de los jóvenes y las escuelas en la ciencia del suelo.

Urge generar conciencia social sobre la importancia de mantener ecosistemas saludables que garanticen el bienestar humano con una gestión eficiente del terreno. Se insiste y nunca lo suficiente en que si no actuamos pronto, la erosión actuará y la Tierra perderá su suelo fértil, lo que amenazaría la seguridad alimentaria.

Tal y como presenta esta efeméride las Naciones Unidas, en los 5 segundos que dedicas a leer esta línea, se ha erosionado una superficie de tierra equivalente a un campo de fútbol. Este curioso y preocupante dato reafirma la necesidad de celebrar un Día Internacional del Suelo que nos haga despertar ante un problema creciente a medida que la población del Planeta aumenta.

Es alarmante el que un tercio de nuestros suelos en el mundo ya se encuentren degradados y corremos el riesgo de perder aún más. Estamos ante un problema que afecta a todo el mundo.

Los suelos tienen un gran potencial para filtrar y amortiguar los contaminantes, degradando y atenuando los efectos negativos de los contaminantes, pero esta capacidad es finita. La mayoría de los contaminantes proceden de actividades humanas, como las prácticas agrícolas no sostenibles, las actividades industriales y la minería, los residuos urbanos no tratados y otras prácticas no respetuosas con el medio ambiente.

Esta contaminación del suelo es un problema mundial que degrada nuestros suelos, envenena los alimentos que comemos, el agua que bebemos y el aire que respiramos.

A medida que la tecnología evoluciona, los científicos son capaces de identificar los contaminantes no detectados anteriormente y en nuestra mano está poner en marcha iniciativas eficaces para revertir esta situación.

Fuentes:

bioingenieriadelpaisaje.com/dia-mundial-del-suelo/

https://www.fao.org/soils-portal/soil-management/manejo-de-suelos-problematicos/suelos-afectados-por-salinidad/es/

http://agrosal.ivia.es/definicion.html