Sobre Comunicación e Improvisación
Y el riesgo de la desinformación en las sociedades modernas.
En la actualidad los recursos tecnológicos nos han puesto a disposición un montón de mecanismos para expresarnos, para manifestarnos, opinar, de formar grupos con personas que en muchos casos no conocemos, de intercambiar imágenes, audios, textos y todo ello sin ningún tipo de control…
Si vamos a analizar la realidad de los países de nuestra región, concretamente el desgaste que sufren algunos pueblos en su sistema político democrático, quizás, no deberíamos dejar de lado la gran influencia que tienen los medios de comunicación y por supuesto el manejo de la información y su forma de comunicación.
Disponer de un micrófono, de una cámara o de un teléfono que nos permita generar diverso contenido, está muy lejos de que pueda usarse, o que se permita utilizar, como medio de comunicación masivo, generando así: opinión, confusiones sociales o disturbios en una comunidad; como tantos otros trastornos que influyen y afectan a la sociedad en su conjunto.
En el caso del Periodista, su función debe ser la de proporcionar información objetiva y verificada sobre los hechos, ya sean noticias de última hora, temas de interés público, político, económico, social o cultural. El periodista tiene la responsabilidad de investigar, recopilar y presentar información precisa y equilibrada para que el público pueda tomar decisiones informadas.
De esta manera, cumple una función importante en la sociedad, al ayudar a crear una ciudadanía informada, crítica y activa basada en la fundamentación.
El periodista debe contextualizar los hechos y proporcionar análisis y perspectivas que ayuden a los lectores, oyentes o espectadores a entender mejor los acontecimientos y a reflexionar sobre su impacto en la sociedad. Es por ese motivo que la improvisación en las funciones es algo realmente dañino para los pueblos en su conjunto.
Ser profesionales dentro de la práctica del periodismo implica una serie de principios fundamentales, como ser la capacitación, la búsqueda de la verdad y la precisión, la verificación de los hechos, la objetividad, la equidad y la transparencia. Se debe tener una actitud crítica y ética hacia la información que proporcionan y ser responsables de las acciones considerando el impacto social que producen.
No podemos hablar de periodismo profesional sin considerar la ética periodística, la que básicamente se refiere a los principios y normas que rigen la conducta de los periodistas en el desempeño de su trabajo. Concretamente, estos principios incluyen la independencia, la imparcialidad, la privacidad, la confidencialidad y la honestidad.
Tanto el profesionalismo como la ética son fundamentales para ejercer el periodismo. Es importante respetar la verdad, la precisión, la objetividad y la imparcialidad en el trabajo, al mismo tiempo que proteger los derechos y la privacidad de las personas implicadas en tantas historias.
Es primordial que a través de las diferentes instituciones que tienen cabida en la comunicación, se valore y prioricen las diferentes prácticas comunicacionales a personas verdaderamente capacitadas. Que se regule y controle la informalidad, que se limiten determinadas prácticas informales para lograr de esa forma el uso profesional y adecuado de los diferentes mecanismos de información y comunicación.
La sociedad como tal merece un manejo adecuado de la Información, merece que se cuiden los principios básicos en la práctica de la Comunicación. Urge que el uso de este instrumento social accesible a casi todos, fomente el respeto a los individuos como tal con sus diferentes puntos de vista y funciones para lograr una mejor convivencia ciudadana.
¿No es tiempo ya, de que el Estado a través de las instituciones reguladoras de servicios de comunicación controle y regule las diferentes tecnologías de la información para lograr profesionalizar la práctica de la comunicación? No es tiempo ya, de analizar y desarrollar políticas de monitoreo para evitar que cualquier persona sin identificación pueda hacer uso de las diferentes redes sociales como medios transmisores de información y así expresarse anónimamente sobre todo (sin capacitación alguna) o sobre cualquiera de nosotros, generando una brutal fuente de noticias sin verificación que llegan a la sociedad?
Debe ser una función del Estado defender los medios de comunicación “formales”, ya que son una fuente importante de información y opinión pública en un país.
Y para terminar…Urge que aprendamos a conocer las fuentes (o el origen) de lo que escuchamos, leemos o vemos y, por supuesto, de lo que compartimos. Seguramente así, evitaríamos tantas noticias falsas que se viralizan y son generadas con intencionalidad, logrando afectar seriamente el adecuado desarrollo social.