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Quienes Somos

Un grupo de Uruguayos con puntos de vista diversos que venimos charlando hace tiempo sobre la falta de oportunidades para expresarnos y ser escuchados por las diferentes autoridades. Pretendemos, de esta forma, poder generar instancias de charlas, diálogos, discusiones fundamentadas que nos permitan crecer como personas y como sociedad.

Algunos Principios Básicos

Los intercambios culturales son herramientas importantes que los diferentes pueblos utilizan para realizar influencias en la comunidad en general: permiten promocionar diferentes temas, estrechar lazos y profundizar la comunicación con los diferentes sectores públicos y privados de diferentes centros urbanos.

¿Por qué es importante el intercambio de opiniones?

Nos permite zanjar las diferencias y aprovechar mejor los puntos de nuestra coincidencia.

Es habitual cuando se habla de sobre temas polémicos o en los que tenemos opiniones diferentes, que el respeto sea lo primero que se pierda. Hay temas en los que tendemos a enfrentarnos y acabamos discutiendo de forma bastante irracional.

Escucha activa

Para poder abordar una reflexión desde todas sus perspectivas, conviene disponer de toda la información y los datos necesarios. A menudo la mayor parte de esta información reside en las personas, por ello es primordial maximizar la capacidad de adquirirla mediante la escucha activa.

Es probable que pienses que sabes escuchar. Es lo normal, casi todas las personas piensan que lo saben hacer y que lo practican con esmero. Pero cuando las mismas personas que hacen esta afirmación se ponen “al otro lado”, es decir, en el lado del que habla,  piensan que los demás no los escuchan como a ellos les gustaría.

El problema es que cuando escuchamos no solemos ponernos en la actitud mental de “estoy escuchando”, sino en la de “voy a responder a eso” o en “pues mi opinión es…”. Sin embargo, una escucha debe ser genuinamente receptiva, abierta, sin ponerse a la defensiva, sin espíritu crítico, debe estar ávida de obtener la información y comprender al emisor. Y debe ser activa, es decir, que no sólo se recibe información pasivamente, sino que también se generan y despliegan comportamientos y entornos dirigidos a  promover su obtención, a facilitar que fluya y llegue, optimizando su calidad y cantidad.

Las personas tenemos sentimientos y vidas complejas, llenas de emociones y pensamientos que nos acompañan cada minuto y que condicionan la perspectiva con la que interpretamos el mundo. Por eso, cuando interactuamos con alguien mediante una conversación es importante ser consciente de que todos esos factores influyen enormemente. Se debe realizar un esfuerzo especial por intentar comprender estos condicionantes y cuál es la perspectiva que dicha persona tiene para poder hacer un ejercicio de ponerse en su lugar.

Investigar para Expresarnos

Una indagación eficaz enfocada en lo que es correcto y cuyo objetivo sea hallar la mejor solución o elegir la opción acertada cumple lo siguiente:

• Promueve la reflexión y conduce a nuevos consensos.

• Permite que todas las persones compartan sus reflexiones e información, de manera franca y espontánea y así todo lo relevante se tiene en cuenta.

• Anima a compartir información y reconoce a las personas que lo hacen.

• Establece la base para una evaluación objetiva de la situación.

Argumentación

Las personas tendemos a argumentar y defender convicciones de acuerdo a nuestras creencias y valores, nuestra historia y experiencia. Pocas veces nos paramos a pensar si lo que afirmamos o defendemos está realmente comprobado o si hay datos que lo respaldan. Más bien al contrario; frecuentemente buscamos y evaluamos selectivamente la información, las opiniones y argumentos que refuerzan nuestra visión, nuestros prejuicios y nuestras inclinaciones, independientemente de si están basados en hechos y datos reales o no.

Esta situación, natural y humana, puede ser un obstáculo. La argumentación no debería orientarse a conseguir  tener razón, sino a conseguir la verdad. Debe utilizarse como herramienta para tomar la decisión más adecuada en unas circunstancias dadas, basada en la información disponible.

Cuando la argumentación se confunde con el orgullo o la autoridad, nos enquistamos en posiciones inamovibles y nos contaminamos de una poderosa resistencia al cambio ante la posibilidad de no estar en posesión de la verdad. Otra posibilidad, también poco recomendable,  es la de ver la diferencia de argumentos como una fuente de conflicto y preferir aceptar las convicciones opuestas o con las que no estamos de acuerdo con el único fin de sofocar o evitar posibles dificultades o enfrentamientos.

Nuestras argumentaciones no deben pretender derribar las de otros, sino asegurarse de que se hace o se decide lo correcto. Lo ideal es encontrar el equilibrio entre los dos platos de la balanza: La defensa sincera y sin reparos de las ideas propias por un lado, y la flexibilidad y apertura para atender ideas contrapuestas si están debidamente razonadas por el otro. El criterio para valorarlas, tanto las propias como las ajenas, deben ser las evidencias, los ejemplos, los hechos y los datos.

Nadie se debería sentir ganador ni perdedor en este tipo de procesos.

Sólo hay una forma de conseguir que la comunicación sea lo más efectiva posible, las conversaciones se desarrollen de manera productiva y que todo se mejore de forma continua y constructiva: Implementando una cultura de dar y recibir

El feedback es el proceso mediante el que valoramos ideas o acciones de nuestro interlocutor desde nuestra propia perspectiva, centrándonos en cómo lo estamos viviendo. Es explicar cómo nos sentimos ante una situación, cómo nos afecta un evento, hecho, actitud o conducta. El objetivo del feedback es poner sobre la mesa las emociones y las percepciones personales que generan dichas acciones, ideas o conductas, con el objetivo de eliminar el conflicto.

El feedback correctamente utilizado es una de las herramientas más poderosas para la mejora y la comunicación.

Cómo se digan las cosas es tan importante o más que lo que hay que decir. Si no se cuidan las formas y el receptor contra-argumenta, replica y se defiende, quiere decir que no lo ha recibido de una manera constructiva, por lo que se está perdiendo una oportunidad de ayudarle a comprender lo que puede modificar y mejorar en su comportamiento o su opinión.

Es mejor que sea solicitado: Como cualquier vendedor sabe, no es lo mismo que un cliente quiera comprar un producto a que tengamos que convencerlo para que lo haga. Igualmente, una persona que solicita por su cuenta que le demos feedback es mucho más probable que esté más receptiva y emocionalmente preparada que otra a la que se lo demos sin que lo haya solicitado.

La cultura de dar feedback activamente es positiva, pero darlo sin que el receptor lo haya pedido tiene cierto riesgo, porque puede que no sea el momento más adecuado por cualquier circunstancia. Si, de cualquier forma, creemos que es importante hacerlo y el afectado no lo ha solicitado, una buena costumbre puede ser preguntar previamente su predisposición y dejar en su mano la posibilidad de escucharlo o no.

Gracias por llegar hasta acá, seguro nos vamos a leer

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